90 años esperando por una carretera; El Maquencal de Veraguas sigue en el olvido de las autoridades
Según residentes las malas condiciones de este camino son atribuido al plan de olvido, no solo del diputado Torres, sino también de Didiano Pinilla, como alcalde del distrito y del Ministerio de Obras Públicas en Veraguas.
Caminos intransitables e incomunicados y hasta olvidados de sus autoridades se consideran los habitantes en la comunidad de El Manquencal en el distrito de Río de Jesús, en la provincia de Veraguas, ante la situación que viven en estos momentos en las vías de acceso al lugar.
Carlos López, residente en la mencionada comunidad, dijo que los caminos hacia ese sector en esta época lluviosa se ponen en condiciones crítica hasta para los vehículos doble tracción por lo tanto muchas personas no pueden salir con facilidad en casos de urgencias e o cuando tienen que hacer sus compras en los mercados.
Para López, la gente en Manquencal llevan más de 90 años luchando para que los gobiernos les construya una carretera o vía de acceso permanente, pero por ahora todo se queda en promesas incumplidas o en el libro del olvido, hasta que llegue el tiempo de las campañas políticas que vuelve a recordarse.
Algunos residentes señalaron que se ha hecho las gestiones para que el actual diputado Ricardo Torres de ese circuito pueda cumplir sus promesas, porque su hermano Fredy Torres, quien también fue parlamentario, no cumplió con la rehabilitación de la vía de acceso tan necesaria para los habitantes de la mencionada comunidad.
Según residentes las malas condiciones de este camino son atribuido al plan de olvido, no solo del diputado Torres, sino también de Didiano Pinilla, como alcalde del distrito y del Ministerio de Obras Públicas en Veraguas, al igual que el representante del corregimiento que no ven los páramos que pasan las personas todos los días para salir o llegar a Manquencal.
En la referida comunidad llevan más de 90 años pidiendo el proyecto de mejoramiento del camino, sin embargo, según ellos todo parecer caer en oídos sordos a tal grado que una cantidad considerable de personas ha emigrado a otros sectores donde no haya abandono de sus autoridades.