Con gran entusiasmo y participación de la comunidad, se inauguró el Festival Nacional del Manito, en el distrito de Ocú, una de las festividades más emblemáticas de la provincia de Herrera y que este año celebra su versión 51.
El evento, que rinde homenaje a las raíces y costumbres del hombre del campo panameño, dio inicio con la coronación de la reina del festival, Erika Montilla, en medio de actividades como una gran tuna de calle, y un despliegue de fuegos artificiales.
El festival inició gracias a la iniciativa de un grupo de educadores del lugar que buscaban no dejar morir las traidciones del pueblo ocueño, único punto del país que mantiene y preserva la danza de los Manitos, una de las más antiguas y autóctonas del país.
También es la vitrina más esperada por artesanos de la región, quienes confeccionan vestuario típico con el punto ocueño, así como el famoso sombrero propio de este lugar, uno de los más buscados y cotizados por su elegancia.
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El festival se extiende hasta el próximo martes, sin embargo tendrá su punto cúspide el fin de semana con el matrimonio campesino, un evento que representa la unión de dos familias bajo las costumbres ancestrales de la región, así como el desfile típico, actividades que reúnen a gran cantidad de visitantes nacionales y extranjeros.
“Ya se siente la emoción en el aire, el Festival ha comenzado y estamos muy emocionados con el apoyo del pueblo ocueño. Estoy segura que será un festival del Manito inolvidable”, indicó la soberana del evento luego de su coronación.
El Festival del Manito representa las costumbres y tradiciones del ocueño y significa también un gran apoyo a la golpeada economía local, según Dalton De León, del patronato organizador de la fiesta.
También se realizarán concursos de violín, acordeón, canto, entre otros, ya que el festival Nacional del Manito es una muestra viva del patrimonio cultural panameño y una oportunidad única para que las nuevas generaciones se conecten con sus raíces.