Panamá albergará un centro de operaciones para la región centroamericana del servicio europeo de observación terrestre Copernicus con el objetivo de vigilar, entre otros parámetros, el estado del océano, explica a EFE la canciller Erika Mouynes, en el marco del Día del Océano que se celebra hoy.
La canciller panameña señala que el Centro Regional de Datos de Copernicus, que "será uno de los mayores del mundo", centralizará la información recopilada por "una decena de satélites europeos, de los cuales ocho ya están en órbita", para procesar, analizar y evaluar los datos y beneficiará a los países de América Latina y el Caribe, con un impacto directo en la sociedad, el medioambiente y la economía regional.
No obstante, el impacto del funcionamiento "será global a largo plazo", según la política panameña, porque "la observación del espacio y de la Tierra fomentará también la colaboración industrial a nivel global e impulsará la economía de datos la cual está en constante crecimiento".
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Mouynes sostiene que trabajan para que el "hub" entre en funcionamiento "lo antes posible" en Panamá, país que se eligió como base del proyecto por la ubicación estratégica en el continente americano, que une el océano Atlántico con el Pacífico, y porque tiene "condiciones climáticas favorables", lo que lo convierte en el país con "menos desastres naturales en la región".
En cuestiones medioambientales, el proyecto facilitará a los países de la región una mayor precisión para el seguimiento del cumplimiento de las políticas medioambientales y ayudará a desarrollar alertas de prevención y sistemas económicos sostenibles en diversos sectores, como el turismo costero y marítimo.
Mouynes explica que la ubicación del centro Copernicus fue uno de los temas que trató con el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, durante su visita a Panamá.
Se trata de "una parte clave de la futura Alianza Digital entre la UE y América Latina y el Caribe, que se puso en marcha en noviembre de 2021, mediante la cual la UE impulsará su plan de Hub Digital para el Desarrollo en la región centroamericana en temas de digitalización y para promover un modelo de transformación digital centrado en el ser humano", dice.
"Unir fuerzas en esta asociación estratégica y aprovechar las transiciones digital y verde nos ayudará a todos juntos, europeos y latinoamericanos, a enfrentar la situación socioeconómica actual, impulsar la productividad, fortalecer las instituciones, ayudar a mantener a nuestras poblaciones seguras y lograr mayores niveles de inclusión y bienestar", asegura la canciller.
Esta iniciativa "reforzará y facilitará definitivamente" la cooperación existente en todos los ámbitos, además de aumentar el intercambio de información y conocimientos técnicos entre la UE y Panamá, según la canciller, porque ya existe cooperación "en muchos ámbitos como la transformación digital, la gobernanza de los océanos, la acción climática y medioambiental, incluida la seguridad del agua y la cooperación triangular".
En opinión de Mouynes, se han identificado seis áreas principales que el programa Copernicus vigilará directamente: la atmósfera, el área marina, la tierra, el cambio climático y la seguridad y emergencia climática por medio de un "cuidadoso seguimiento diario" por los satélites europeos.
Todo ello permitirá recopilar datos precisos e integrados sobre el estado del medio ambiente, incluyendo datos sobre la calidad del aire, el estado de los océanos, información geográfica sobre la cubierta terrestre, los ciclos del agua, entre otros.
El servicio de vigilancia de Copernicus posibilitará "el desarrollo de estrategias" para mejorar muchas actividades económicas, sociales y medioambientales esenciales, "como la seguridad marítima, la planificación espacial y urbana, la gestión del agua, la agricultura y la seguridad alimentaria".
El centro contará con un servicio de cartografía y recuperación para mejorar las actividades de gestión de catástrofes que no estén relacionadas con la respuesta inmediata y se va a gestionar y desarrollar, de tal forma que sea de beneficio para toda la región, bajo un esfuerzo conjunto a nivel de país y regional, y a fin de que todas las partes "puedan beneficiarse equitativamente".
Según la canciller panameña, algunos de los "beneficios tangibles" para los países de América Latina serán la prevención y planificación del impacto de los desastres naturales y la posibilidad de planificar de manera más efectiva el suelo agrícola.
Mouynes asegura que se están realizando los estudios pertinentes para decidir la ubicación más apropiada del centro Copernicus en Panamá, así como la estructura organizativa y la financiación, en la que "tanto la UE como Panamá invertirán recursos".