Donoso, en la provincia de Colón, es conocido por la presencia de Cobre Panamá, una mina que representa el segundo proyecto de infraestructura más grande del país, después del canal interoceánico; pero también figura en la lista de lugares donde se trabaja en la conservación de las tortugas, junto a otras zonas como Bocas del Toro y la comarca Ngäbe Buglé.
Colón, de acuerdo con Xavier Ow Young, biólogo marino y encargado de investigación en Sea Turtle Conservancy, es un sitio que se utiliza para el movimiento de tortugas, es decir, las especies se van movilizando desde Guna Yala hacia la provincia de Bocas del Toro, Costa Rica y otras zonas del Caribe.
El trabajo anterior es posible por una alianza entre Sea Turtle Conservancy y Cobre Panamá, que comenzó en el 2014 y que ha podido conservar a 55 mil tortugas marinas, tomando en cuenta que en el caribe panameño se cuenta con la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga canal (Dermochelys coriacea), la verde (Chelonia Mydas) y la cabezona (Caretta caretta). La preservación, educación e investigación de las tortugas marinas cobra importancia, porque, una de las mayores organizaciones internacionales de conservación de la naturaleza especifica que las especies de tortugas marinas antes mencionadas están en peligro o son vulnerables.
Las tortugas marinas son un enlace fundamental con los ecosistemas marinos. Ayudan a mantener la salud de los lechos de pastos marinos y los arrecifes coralinos, que benefician a especies con valor comercial, como el camarón, la langosta y el atún. Estas especies se enfrentan a amenazas como la caza furtiva y el consumo directo, la pesca incidental, el comercio ilegal, el cambio climático (la determinación del sexo de las tortugas marinas depende de la temperatura), la basura y contaminación marina, la urbanización costera y pérdida de hábitat para anidar y buscar alimentación.
“Principalmente, lo que está haciendo Cobre Panamá con todo esto, es cumplir con los requerimientos del estudio de impacto ambiental en la zona de Donoso, pero ellos han ido un poco más allá, no solo se han limitado a trabajar en la zona de Donoso”, expresó Ow Young, durante una entrevista vía telefónica.
La alianza incluye monitoreo y conservación de nidos de tortugas que se encontraban en zonas cercanas a Donoso, principalmente en playa Rincón, playa Caimito y playa Caletón, aunque también reciben apoyo de Cobre Panamá para trabajos en la playa Chiriquí en la comarca Ngäbe Buglé, donde se tiene la mayor concentración de nidos de tortugas carey en América Central y es un punto importante para nidos de tortuga canal; también se abarca playa Larga en Bocas del Toro, playa Bluff en Isla Colón y playa Soropta, en el humedal San San Pond Sack.
"Entre los trabajos están la observación de crías, patrullas nocturnas (intentamos encontrar tortugas hembras anidantes para ver su tamaño, condición y salvar o rescatar sus huevos, es para poder completar la parte que realizamos que es conservación", dijo Ow Young, quien recordó además que se instalaron transmisores satelitales en las especies para conocer qué hacen después de dejar las playas.
Los proyectos de conservación se trabajan en conjunto con oenegés, además de Sea Turtle Conservancy, porque también hay enfoque en jaguares, águila harpía y anfibios. De hecho, en su estudio de impacto ambiental, Cobre Panamá incluyó 371 compromisos, de los cuales 265 son en temas ambientales, de estos, 73 están enfocados en conservar la biodiversidad, por lo que se diseñó un plan de acción con proyectos para la compensación, mitigación y conservación de especies de flora y fauna.