Durante los festejos de fin de año, los casos de intoxicaciones alcohólicas y alimenticias se incrementan hasta un 30% en los hospitales públicos de Panamá, y los niños y adultos mayores son los más afectados.
Según la nutricionista Claribel Montero, la cena navideña es una de las tradiciones más importantes y generalizadas, en la que se acostumbra un menú de festejo abundante y agradable al paladar, pero la mayoría siempre van acompañados de una amplia variedad de guisos y panes especiales, cuyas recetas pasan de una generación a otra, al igual que las enfermedades estomacales.
Según el director de la Región Metropolitana de Salud, Aurelio Rangel, siempre debe existir prudencia en los alimentos que se consumen, más aún si van acompañados de bebidas alcohólicas.
De igual forma, si se está en la calle y se acerca a un puesto de comida, debe verificar que el lugar sea salubre y tenga todo en orden.
Según el doctor Antonio Oro, de medicina general, los síntomas suelen comenzar entre las dos y las seis horas después de ingerir el alimento tóxico.
Dolores abdominales, diarrea, fiebre, vómitos es lo más común al sufrir una intoxicación alimentaria, no es nada agradable, y, aunque suele mejorar en un par de días, lo mejor es no tener que pasar por ello, dijo Oro.
Pero no solo es la comida que preocupa a las autoridades de Salud, ya que hay otras aristas para tomar en cuenta, como la seguridad de los niños.
El coordinador nacional del programa de Alto Riesgo Neonatal de la CSS, Roberto Grimaldo, dijo que a los servicios de urgencias de la CSS acuden pacientes por ingestión de cuerpos extraños, principalmente, niños, durante la época.
También por quemaduras, intoxicaciones y problemas respiratorios por la cantidad de humo que se libera con los fuegos artificiales y otras situaciones.
Grimaldo sugiere a los padres de familia ver qué tipos de juguetes les compran a sus hijos, al igual se debe tener cuidado con las bebidas alcohólicas y verificar comidas que les dan a estos niños porque algunas veces pueden darse intoxicaciones etílicas y alimentarias. Los expertos concluyen que la primera barrera de protección es en casa.
El Código Sanitario establece sanciones económicas que van de $100 a $1,000 o el cierre del local por la venta de productos descompuestos.