La Policía colombiana detuvo a 11 personas acusadas de tráfico de migrantes, al trasladar desde la frontera ecuatoriana a personas de Cuba y de países asiáticos y africanos que buscaban llegar a Estados Unidos hasta la frontera panameña.
"Es un contundente golpe contra los traficantes de migrantes", dijo este viernes el director de Investigación Criminal e Interpol (Dijin), Fernando Murillo, quien informó que los 11 detenidos fueron puestos "a disposición de las autoridades competentes donde se les imputan los cargos de concierto para delinquir, tráfico de migrantes, enriquecimiento ilícito".
Se les acusa de reunir a ciudadanos de Cuba, China, Somalia, Nigeria, Angola, Pakistán, India y Bangladesh en el exterior de la estación de autobuses de Ipiales, ciudad fronteriza con Ecuador, "para cobrarles la suma de 150 dólares hasta 350 dólares, prometiendo cruzarlos por Colombia" hasta llegar a Estados Unidos, según Murillo.
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CADENA DEL CRIMEN
Entre los detenidos figura "Fernando", quien se encargaba de recaudar el dinero de los migrantes para cambiarlo a pesos colombianos en casas de cambio y después "embarcarlos en vehículos públicos e informales para llevarlos hacia el departamento de Antioquia, especialmente al municipio de Necoclí".
De ahí, otros miembros de la banda se encargaban, bajo un nuevo pago, de transportarlos en lanchas rápidas por el golfo de Urabá hacia las poblaciones del Chocó, especialmente Capurganá, ya casi en la frontera con Panamá, en las lindes de la selva del Darién.
De ahí, "se les entregaba a otro grupo de personas, denominadas coyotes, quienes cobraban igualmente a este mismo migrante para transportarlo en mula hacia la frontera del país de Panamá", relató Murillo.
El Darién es uno de los pasos fronterizos más peligrosos del mundo, una inmensa y montañosa barrera natural, por donde no hay carreteras, y donde cada año decenas de miles de migrantes se ven expuestos a las inclemencias naturales (falta de agua potable, picaduras de animales, lluvias torrenciales y crecidas de ríos), y también a los asaltos, violaciones e incluso asesinatos de bandas criminales.
La organización traficante usaba el dinero recogido de los migrantes para comprar bienes muebles e inmuebles, por lo que fueron embargados 32 bienes con un valor comercial de más de 70.000 millones de pesos (unos 17 millones de dólares).
Un juez impuso medidas de aseguramiento domiciliario a los detenidos.
La migración, sobre todo de población haitiana, desde Suramérica hacia Norteamérica alcanzó cifras récord entre julio y septiembre y Migración Colombia registró que más de 27.000 personas de diferentes nacionalidades ingresaron al país andino de forma irregular solo en agosto, en un jugoso negocio que ha hecho aflorar redes de tráfico de migrantes.
Según el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá en 2021 llegaron a este país centroamericano cruzando la selva del Darién 130.000 personas, lo que supone más que lo registrado entre 2010 y 2019 (109.293 personas).
Estas personas que tratan de buscar mejores condiciones de vida se ven expuestas a precios abusivos, quedan en manos de coyotes o traficantes e incluso son objeto de abusos físicos, sexuales, malos tratos e incluso homicidios en su viaje.