Junio es un mes especial para el ambiente. El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente y en este año lo celebramos de una manera diferente, por el impacto de la pandemia del nuevo coronavirus. El centro principal de la festividad es la biodiversidad, que como todos sabemos, es motivo de preocupación para preservarla y salvar más vidas.
La Biodiversidad: un llamado a la acción para combatir la acelerada pérdida de especies y la degradación de los ecosistemas, es el tema con que el mundo celebra este año, mientras que en Panamá damos paso al "Mes de los Recursos Naturales" con iniciativas para recordar la necesidad de cuidar el entorno y favorecer que las nuevas generaciones sigan disfrutando de este.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, es contundente al señalar que este Día Mundial del Medio Ambiente es el tiempo para la naturaleza, porque nos está enviando un mensaje claro de que estamos dañando el entorno natural, en nuestro propio detrimento. Y ahora, un nuevo coronavirus está haciendo estragos, minando la salud y los medios de subsistencia de las personas.
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Aseguró que la humanidad debe cuidar de la naturaleza. Necesitamos que toda la comunidad mundial cambie de rumbo, repensemos lo que compramos y utilizamos. Adoptemos hábitos y modelos agrícolas y empresariales sostenibles. Salvaguardemos los espacios naturales y la fauna y flora silvestres que quedan. Y comprometámonos con un futuro verde y resiliente. Mientras trabajamos para reconstruir mejor, pongamos a la naturaleza en el lugar que le corresponde: en el centro de nuestras decisiones, dijo.
Por su parte, la representante residente de PNUD en Panamá, Linda Maguire, expuso la importancia que seamos sensibles al cuidado del medio ambiente y promovamos la atención y acción política al respecto. Tememos que se pierda un tiempo crítico para revertir las tendencias alarmantes en la pérdida de biodiversidad, expresó.
El PNUD confía en que esta experiencia que nos deja la COVID-19, al tomarnos por sorpresa, pueda hacer comprender a los gobiernos la importancia de invertir en la prevención. Estamos seguros de que sería una valiosa lección para invertir en la acción temprana ante los efectos del cambio climático para escuchar a la naturaleza, precisó.
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La labor del PNUD, dirigida a ayudar a los Gobiernos a frenar la deforestación, promover prácticas de agroforestería sostenibles y detener el tráfico ilegal de especies silvestres en peligro, contribuye a prevenir futuras pandemias. Más de 60% de las enfermedades infecciosas nuevas y prácticamente la totalidad de las pandemias recientes tienen origen animal, en su mayoría en especies silvestres (71,8%), como el ébola, el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), síndrome respiratorio agudo grave (SARS), el VIH y ahora la COVID-19.
En tanto, la gerente de Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Sostenible del PNUD, Jessica Young, manifestó que la importancia de la biodiversidad y los ecosistemas recae en que sostienen la vida humana de innumerables maneras, ayudando a aliviar la pobreza.
Destacó un ejemplo, como es la capacidad que tienen los ecosistemas para controlar plagas que dependen en gran medida de la biodiversidad y es un beneficio para la seguridad alimentaria, los hogares rurales, la salud humana y mucho más.
La combinación entre la COVID-19 y las crisis de la naturaleza y el clima agudiza drásticamente los riesgos para las comunidades vulnerables. La degradación ambiental y el cambio climático podrían aumentar la frecuencia de los brotes y de las plagas. A través de nuestras intervenciones, ayudamos a encontrar soluciones que permitan a los gobiernos, los municipios, comunidades resilientes a recuperarse de una manera ambientalmente sostenible, sensible al clima y duradera. Esto permitirá planificar espacios más resilientes, aplicar tecnologías inocuas para el clima y promover la sostenibilidad ambiental.
Existe una necesidad apremiante de incentivar modelos de crecimiento sensibles al clima y sostenibles desde el punto de vista ambiental y ampliar su escala. Los impactos socioeconómicos de la COVID-19 ya están afectando a millones de personas, cuyas vidas están directamente vinculadas con la gestión de los recursos naturales. Panamá no escapa a esta realidad.
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La crisis de la COVID-19 prueba que es posible impulsar cambios transformadores y que una estrategia de recuperación inteligente, orientada por la ciencia, puede sentar las bases para lograr impactos a largo plazo. En el marco de la promesa climática y una amplia cartera sobre el cambio climático, estamos trabajando estrechamente con más de 100 países, entre ellos Panamá, para garantizar que sean capaces de enfrentar simultáneamente la crisis climática y la pandemia de COVID-19.
Por la Naturaleza, por ti, por los tuyos, por tu comunidad, súmate y participa de todas nuestras actividades para este Mes del Ambiente a través de nuestras redes sociales, donde encontrarás la información que necesitas para hacerlo.