Al son de pitos, bocinas, aplausos y con un ambiente de alegoría, pero en el fondo con una gran tristeza por no tener lo prometido, los funcionarios de la Dirección General de Ingresos DGI realizaron una protesta con el fin de reclamar a la administración de la institución la cancelación del pago de las bonificaciones que les adeudan.
Héctor Matos, abogado y defensor de los funcionarios, comentó que hay muchos trabajadores que han dejado a sus familias sin atención en casa para atender la demanda de trabajo en la DGI y así lograr las recaudaciones, por lo que es justo que reciban su dinero.
El pago se cancela usualmente entre el mes de marzo y abril del año fiscal y hasta la fecha no se les ha pagado ni un centavo, explicaron.
Osvaldo Despaigne, vocero de los funcionarios, ha reiterado que la medida obedece a que llevan más de ocho meses realizando las gestiones para que se agilice el pago del incentivo que les corresponde por ley, pero hasta el momento no han recibido respuesta. De acuerdo con el Decreto del 9 de enero de 1970, los colaboradores recibirán el 1%de la recaudación.
Por el momento solo han realizado protestas fuera de las oficinas, pero no descartan un posible paro de labores si en los próximos días no tienen una solución concreta. La cifra que debe ser repartida entre más de 900 empleados es de $5 millones.
La cifras que recibe cada empleado va a depender de su sueldo y de la recaudación que realizó durante el 2016.