Panamá prorrogó por tercera vez y hasta el 23 de julio próximo la suspensión de los vuelos internacionales debido a la pandemia de la COVID-19, que deja al menos 21.962 contagios y 457 muertos en este país centroamericano.
Esa nueva prórroga de 30 días y adoptada "por razones de salud pública" fue dictada por la Autoridad Aeronáutica Civil (AAC) una semana antes de que venza, el próximo 23 de junio, la suspensión vigente, y apareció este miércoles publicada en la gaceta oficial.
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La suspensión se aplica a las rutas comerciales, exceptuando vuelos humanitarios y aquellos que transporten productos, medicinas, equipo médico-hospitalario, vacunas e insumos de salud pública para afrontar la pandemia por el coronavirus.
Esta es la tercera prórroga desde que el pasado 22 de marzo suspendieron por primera vez los vuelos internacionales, una decisión que se sumó a la anterior cancelación temporal de los viajes desde y hacia Europa y Asia y a la prohibición de la entrada de extranjeros.
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Durante la pandemia, Panamá ha asumido el rol de "hub humanitario" para la recepción y distribución de insumos médicos para el país y la región.
Desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen, un importante centro de conexiones regional, han salido varios vuelos humanitarios con destino a México, EE.UU, Francia e Italia en las últimas semanas, así como ha recibido a otros aviones de Belice, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Panamá vive un rebrote de COVID-19 con cifras récord de casos diarios en la última semana, lo que llevó a las autoridades a reimplantar desde el pasado 8 de junio las restricciones de movilidad por género y número de identificación en la capital y en Panamá Oeste, las provincias más populosas del país.
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Las autoridades sanitarias vinculan el rebrote de la enfermedad con la apertura de los dos primeros de los seis bloques en que se ha dividido la reactivación de la economía del país, que este año se caerá en al menos un 2 % según todos los pronósticos.