El presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, mediante cadena nacional informó al país la tarde de este martes que las negociaciones con Minera Panamá han concluido y que ahora corresponde cumplir los trámites y procedimientos pertinentes, que incluyen la redacción del nuevo contrato, la consulta pública, el refrendo de la Contraloría General de la República y la aprobación de la Asamblea Nacional.
Cortizo Cohen, precisó que el nuevo contrato garantiza medidas para la protección ambiental, un estricto plan de cierre y disposiciones laborales ajustadas a la legislación vigente.
“La negociación tenía que contemplar integralmente los aspectos ambientales, laborales y fiscales, así como beneficios concretos para las comunidades de los distritos de Donoso y Omar Torrijos, donde está ubicada la mina, y las áreas de impacto cercanas”, dijo Cortizo Cohen.
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El jefe del Ejecutivo reconoció que las negociaciones “no fueron fáciles”.
Llegar a acuerdos “exigió disciplina, diálogos intensos, respetuosos y constructivos, durante cuatro meses”.
Agregó que en lo económico el mensaje fue claro y rotundo: “Panamá tiene el derecho irrenunciable de recibir ingresos justos por la extracción de sus recursos minerales, porque el cobre es panameño y, por tanto, propiedad de la Nación”.
Detalló que dicho contrato garantiza, que el país debe recibir ingresos superiores a los B/.400 millones, considerando el precio actual de la libra de cobre.
El planteamiento económico de Panamá también garantiza que el país reciba un ingreso mínimo de B/.375 millones al año, cifra que supera diez veces lo recibido anteriormente por el Estado.
La mina Cobre Panamá, ubicada en el distrito de Donoso, provincia de Colón, es la inversión privada más grande del país, aportando un 3.5% al producto interno bruto (PIB) y miles de empleos directos e indirectos.