Con la morgue del hospital regional Nicolás A. Solano en la provincia de Panamá Oeste, saturada por los cuerpos de las víctimas de la pandemia del COVID-19, la administración hospitalaria ha comenzado a buscar alternativas para el traslado de los cadáveres.
La morgue hospitalaria cuenta con espacio para ocho cuerpos, no obstante, han comenzado a colocar hasta dos cuerpos por gaveta.
Hasta hoy domingo, se mantenían en esta morgue 15 cadáveres, entre ellos los de personas fallecidas por otro tipo de enfermedades.
Una de las alternativas implementadas para desalojar la morgue del hospital ha sido solicitar auxilio a las empresas funerarias de esta provincia que poseen morgues.
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Este fin de semana la funeraria Santa María trasladó a su depósito de cadáveres los cuerpos de seis personas fallecidas por enfermedades crónicas.
Esta funeraria tiene espacio para 27 cadáveres.
Juan Nickray, dueño de esta funeraria, dijo que se trata de una colaboración que se presta al hospital a solicitud de la dirección médica, ante la crisis existente por la falta de espacio en la morgue.
Nickray indicó que parte del problema, se debe a que los familiares de pacientes fallecidos por el COVID-19, dejan los cuerpos en la morgue del hospital, hasta juntar el dinero necesario para el sepelio.
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No hay camas disponibles
El empresario reclamó al Gobierno central no haber comprado servicios funerarios para las personas de escasos recursos fallecida por el COVID-19, tal como se hizo para otras provincias.
Dijo además haber realizado esta solicitud el 26 de noviembre al ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, pero este se limitó a indicarle que concertara una reunión con la Gobernadora de Panamá Oeste, Sindy Smith, para tratar el tema.
Nickray indicó que más de una vez ha reducido el costo del servicio funerario de 900 a 400 dólares, una suma que ha debido ser pagada por los alcaldes o representantes de corregimiento, al no contar con dinero las familias.
Los problemas de espacio en el hospital regional Nicolás. A Solano no se limitan a la morgue. En las salas de hospitalización para pacientes con síntomas moderados de COVID-19 y la UCI no hay camas disponibles.