El cantante y compositor Roger Waters, quien se encuentra de gira con su mítica banda Pink Floyd, ha recibido un sinfín de críticas tras incluir al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un segmento de sus conciertos en los que enumera a unos cuantos "criminales de guerra".
Tras la tromba mediática en su contra, el veterano artista se ha defendido de las acusaciones que apuntan a su cercanía ideológica al Kremlin que dirige, con puño de hierro, el presidente ruso Vladímir Putin. No obstante, en sus últimas declaraciones, Waters se ha reafirmado en una postura que acusa precisamente a Estados Unidos y a la OTAN de haber provocado la guerra en Ucrania, obviando al país invasor.
"Bueno, es Biden el que ha encendido el fuego en Ucrania. Para empezar, eso es un crimen terrible. ¿Por qué Estados Unidos no ha animado a Zelenski [presidente de Ucrania] a negociar? Nos podríamos haber ahorrado esta horrible, cruenta guerra, que ha matado a... ¿Cuántos rusos?", ha argumentado Waters en su última entrevista a la CNN. Nótese que el artista solo ha hecho mención a las bajas militares de la potencia opresora.
Roger Waters se ha sumado, sin reparo alguno, a los postulados que defiende Rusia en la escena internacional, como el que entiende la invasión de Ucrania como una respuesta a la supuesta presión que ejerce la Alianza Atlántica en las fronteras rusas. Asimismo, y al igual que ha venido clamando el presidente Putin, el intérprete se ha congratulado de que el Kremlin ataje así el supuesto problema de la proliferación de nazis en sus territorios de influencia.