El Palacio de Buckingham anunció que el Príncipe Andrés perderá todos sus títulos militares (en ocho regimientos británicos) y tendrá que renunciar también a sus funciones en los mecenazgos vinculados a la reina Isabel II, en lo que se interpreta como una primera maniobra para proteger a la monarca del impacto de un posible juicio.
El Duque de York mantendrá de momento su título nobiliario, pero no podrá utilizar el tratamiento de "su alteza real" y defenderá su caso ante la justicia norteamericana "como un ciudadano privado"
Virginia Guffrie, la acusadora del Príncipe Andrés que asegura haber sido víctima de abusos sexuales cuando tenía 17 años y fue reclutada para la red de tráfico sexual de Jeffrey Epstein, ha advertido a través de sus abogados que no aceptará un acuerdo "puramente económico" y que está dispuesta a llevar el caso hasta las últimas consecuencias en un juicio, probablemente el próximo otoño.
"Es improbable que mi Virginia Guffrie acepte un acuerdo financiero porque lo que quiere es resolver este asunto de un modo que le sirva para vindicarse y vindicar al mismo tiempo a las víctimas", declaró a la BBC su abogado, David Boies.
Boies reconoció que no ha habido hasta la fecha un acercamiento por parte de los abogados del Duque de York para intentar llegar a un acuerdo legal que evite la celebración de un juicio y la obligación de testificar por parte del Príncipe Andrés, en Estados Unidos o en suelo británico.
La decisión del juez Lewis Kaplan de dar vía libre a la denuncia presentada el pasado mes de agosto por Virginia Guffrie ha tenido un fuerte impacto en el Reino Unido y amenaza con horadar la reputación de la familia real, en el año en que la Reina Isabel II celebra su jubileo de platino por los 70 años en el trono.
Andrés ha recibido presiones para renunciar a sus títulos y romper los lazos con la familia real. Como si temiera ya el desenlace del caso Guffrie, el Duque de York saldó finalmente el fin de semana su deuda de ocho millones de euros por el chalé familiar en los Alpes suizos, que tendrá que revender para poder costear los gastos del equipo capitaneado por el abogado de las estrellas Andrew Brettler, a 1.200 euros la hora.
El papel de Brettler está sin embargo en entredicho tras el fiasco de su estrategia, cuando reveló la existencia de un acuerdo suscrito por Virginia Guffrie y el fallecido Jeffrey Epstein en el 2009 por el que la acusadora recibió 440.000 euros a cambio de renunciar a acciones legales contra "segundas partes" o "potenciales acusados".
El juez Lewis Kaplan estimó que ese acuerdo no da protección al Príncipe Andrés y que por tanto el caso puede seguir adelante. Virginia Guffrie, que ahora tiene 38 años y es madre de tres hijos, asegura haber mantenido al menos tres encuentros sexuales con el Duque de York, el primero de ellos en Londres en el 2001, en la casa a Gislain Maxwell, recién hallada "culpable" de tráfico sexual en un juicio celebrado en Nueva York.