'Antes era un perro de Daniel Ortega, desde que mató a mi hijo dejé de serlo'
La Policía dijo que Denis Antonio estaba armado y su familia denunció que mentían.
Transcurría el Sábado de Gloria y un artesano fue asesinado al recibir un disparo en la espalda en una retén conformado por policías y paramilitares.
Este crimen ocurrió en el Municipio de Diriá, en el Departamento de Granada, ubicado a 45 kilómetros al oriente de Managua.
Yo antes era un perro de él (Daniel Ortega), pero desde que me mató a mi hijo dejé de ser su perro.<>Fueron ellos, los policías que mataron a mi hijo, y si algo me llega a pasar a mí y a mi familia, yo los culpo a ellos, expresó Francisco López Gallegos durante al sepelio de uno de sus más apreciados hijos.
El joven de 26 años, Mario Josué López Carballo, regresaba de un bar en compañía de un amigo a bordo de una motocicleta.
El sobreviviente, Mario Pupiro Calero, relató que no se detuvo en el retén, porque no andaba los documentos de la moto y su acompañante no llevaba el casco.
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Así sucedieron los hechos
Observó un primer retén donde habían policías y pudo escapar. Pero a los pocos metros lo esperaba un segundo retén conformado por cuatro sujetos con ropas oscuras y boinas.
Redujo la velocidad de la moto y los sujetos creyeron que se iba a detener, luego aceleró y fue cuando les realizaron las detonaciones.
"Cristo te ama y si te arrepentís aún, Dios te puede perdonar, y yo te amo en el amor de Cristo también oíste, fue el mensaje que le mandó don Francisco Daniel Ortega y a su esposa Rosario Murillo, mientras tocaba el vidrio del ataúd donde podía ver el rostro de su hijo por última vez.
Hace 15 días, otra familia acusó a policías de haber asesinado al ciudadano Denis Antonio Arriaza Garmendia en una comunidad de San Juan de Río Coco, en el departamento de Madriz.
La Policía dijo que Denis Antonio estaba armado y su familia denunció que mentían.
La versión de las autoridades
La Policía admitió mediante un comunicado que un oficial lo asesinó el pasado 5 de abril, a las 2:30 p.m., durante un supuesto intercambio de balas.
Por estos dos crímenes y la masacre perpetrada por policías durante las manifestaciones que fueron reprimidas, en el país no hay proceso abierto contra ningún oficial.
Tampoco con paramilitares.
La tensión en el país arrastra una balacera que protagonizó un hombre de 58 años, en un centro comercial llamado Metrocentro, donde se hizo un piquete de protesta.
El sujeto no está detenido.
Las manifestaciones en Nicaragua no son permitidas. Si en una esquina un ciudadano ondea la bandera del país, inmediatamente llegan policías a detenerlos.
Otra balacera protagonizó un trabajador de la Alcaldía de Managua, en el mercado Huembes, ubicado en la capital, que dejó un fallecido. El caso sigue impune.