Desde hace mucho dejé de ver como obligación de crítico de televisión los shows de opinión, sí, opinión, porque de análisis no tienen nada, que presentan TVN, Telemetro, RPC y Nex.
Los dejé de ver, primero, porque los encargados de estos espacios invitan a un montón de gente que tiene cero credibilidad para criticar a otros, ya sea por sus turbios pasados, por defender gestiones indefendibles o por sus pésimas ejecutorias cuando fueron funcionarios.
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También había dejado de sintonizarlos no así de grabarlos para revisarlos porque sus productores o n casi siempre, invitan a ex funcionarios que cuando estuvieron en los cargos no hicieron nada, absolutamente nada, y ahora fuera de ellos son expertos en todo y tienen la solución de todos los problemas del país. ¡Sinverguenzas! Si son ex ministros "ahora" sí tienen la solución a todos los problemas. Si son ex diputados, "ahora" sí saben cómo tener una Asamblea Nacional decente y, sin son de llamados sociedad civil, en menos de lo que dura un parpadeo, los vemos coqueteando con alguna de las agrupaciones políticas o gobierno. ¿Entonces qué credibilidad tienen?
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Otro de los motivos por lo que había dejado de sintonizarlos, es porque sus moderadores, en la mayoría de los casos no solo se sienten dueños de la verdad, sino que quieren ser más importantes que los invitados o peor aún, más importantes que el tema que se está tratando. Los moderadores o presentadores perdieron la perspectiva de su función en este tipo de formatos y parece que sus productores también lo desconocen al igual que la función de cada talento en ellos.
Un show de análisis, cosa que no son ninguno de los que tenemos al aire, ¡ninguno! entre sus características no negociables está el que el moderador, modera. Punto. Ese papel de "moderador profesional" es súper importante porque dirige la mesa, controla los tiempos para que sea justo para todos los invitados, logra que no se pierda el control, trabaja por una mesa y contenido balanceado, pero nunca incita a una opinión. No suelta frases cizañeras, como pasa con todos los que aquí moderan. El buen moderador no emite opiniones políticas disfrazadas dizque de análisis o de opinión periodística de contexto. No hay un solo moderador hoy, ni uno solo, que esté haciendo un trabajo realmente profesional y es una pena.
Es una pena porque estamos ante talentos que están incitando a opiniones a favor o en contra de un hecho y eso es deleznable. Es deleznable porque engañan a las audiencias al venderle un espacio de análisis del acontecer nacional e internacional y quedan en espacios de egolatría a ellos mismos. Donde ellos se creen el centro de atención y juegan a ser dueños de la verdad o jueces.
Y en eso de creerse jueces, por ejemplo, el domingo me senté a sintonizar los shows matutinos de seudo análisis y quedé patidifuso al ver cómo los invitados de estos espacios sin humildad alguna- daban órdenes al mandatario electo. No hacían análisis, no daban una opinión, ¡daban órdenes!
"El Presidente Electo 'tiene' que hacer tal cosa". "Nito Cortizo 'tiene' que hacer lo otro". "Cortizo 'tiene' tomar tal decisión". "Varela 'tiene' que hacer tal cosa". "Varela 'no puede' hacer tal cosa". Para ellos, las palabras "sugiero", "recomiendo", "propongo", "invito", no existen en su léxico. Son tan soberbios porque los moderadores se lo permiten- que creen que un mandatario "tiene" que hacer lo que ellos digan, lo que ellos crean, porque ellos sí saben, ellos son los dueños de la verdad y peor aún, se toman el derecho de hablar en nombre de "todos los panameños". ¿Quiénes se creen? ¿Quién les dijo que el Presidente actual o el entrante "tiene" que hacer lo que ellos dicen? ¿Dar órdenes es su máxima capacidad de análisis? ¿Y el papel de los moderadores dónde queda que no les cuestionan nada? ¿O es que son espacios para ir a golpear pero no ser golpeado?
Lo siento, pero la función de los espacios de análisis en televisión ni se están cumpliendo y por lo que veo, están bien lejos de hacerlo. Súmele que se han convertido espacios sin formato, con producción plana, muchas veces repetitivo y sin dejar nada al análisis de sus audiencias. Reitero, son espacios de egolatría, de ir a tirar excremento contra quiénes los moderadores, presentadores o dueño del espacio permita, de intentar lavarse y lavarle la cara a gente sin moral alguna y a creerse con el poder de darle órdenes a las autoridades y hablar por todos los panameños. Ubíquense, a dar órdenes a su casa. ¡Ninguno se salva!
Un show de análisis, cosa que no son ninguno de los que tenemos al aire, ¡ninguno! entre sus características no negociables está el que el moderador, modera.