Los duques escogieron a Tyler Perry como el padrino de su hija.
Lo han revelado en la segunda parte de su docuserie para Netflix, donde han explicado la relación que les une a este actor, humorista y productor afroamericano -una de las figuras más importantes y poderosas de la comunidad negra de Estados Unidos- y que se remonta al momento en el que decidieron marcharse de Canadá.
En los albores de la pandemia por el coronavirus, allá por la primavera de 2020, Harry y Meghan deciden mudarse a Los Ángeles antes de que llegue el confinamiento. La casa en la habían vivido en el país natal de la exactriz había sido descubierta por la prensa amarillista británica y necesitan moverse rápido.
Y de esta forma entran en contacto, explica el hijo de Carlos III de Inglaterra y Lady Di, con un "maravilloso amigo al que no conocemos pero que cree en nosotros y quiere ayudar".
Él es Tyler Perry. "No soy un seguidor de los royals pero un día vi algo sobre su padre. Me habría resultado muy doloroso de haber sido el mío", asegura el comediante en uno de los episodios sobre la figura de Thomas Markle. "Cuando mi vida cambió y empecé a tener éxito, algunos familiares cambiaron su forma de ser y eso puede ser doloroso. Inmediatamente empaticé con ella [Meghan] y poco antes de la boda le mandé una nota para que supiera que la vida le había preparado para ese momento, o eso creía yo", añade.
Tras el éxito arrollador del documental sobre el príncipe Enrique y Meghan Marckle, Tyler Perry se ha dado a conocer a muchos televidentes por ser la persona que ha acomodado a los duques de Sussex en su nueva regencia en los Estados Unidos tras iniciar estos su deserción de la corona británica y abandonar Canadá por el acoso de la prensa rosa más salvaje. Perry se ha convertido en un apoyo y un gran amigo en el momento más necesario para la pareja